EL JOVEN GUERRERO "TUKIM"

Al interior del valle de Chalinga en donde actualmente esta la localidad de Huanque, vivía una familia diaguita hace muchos años antes que llegaran los españoles a conquistar estas tierras.

La familia estaba compuesta por el papá, un hombre guerrero, la mamá quien era una mujer muy sabia y ellos tenían un hijo llamado TUKIM, quien desde niño se crió cazando y trabajando junto a su padre haciendo ollas como jarros los cuales los intercambiaban por comida o diferentes alimentos que necesitaban.

TUKIM, fue creciendo con mucha habilidad para defender a su familia como a la misma comunidad de diferentes ataques de otras tribus que no eran de su pueblo y que querían quitarles las tierras y ganado, pero un día llego una tribu indígena desconocida que querían todo lo que el papá de TUKIM había recolectado de la cosecha y comenzó un enfrentamiento entre la familia de TUKIM y la tribu desconocida, ganando la familia de TUKIM en gran ventaja, la tribu desconocida se tuvo que retirar derrotada pero con la gran enseñanza y publicando por todos los pueblos que existía un hombre de mucha fuerza el cual nunca habían visto y su nombre era TUKIM, el joven guerrero diaguita. 

EL CUCHARON DE PLATA

Había una vez un niñito llamado Carlitos que fue a visitar a sus abuelitos, que vivían en la localidad de Las Jarillas. 

En la tarde después de almuerzo, salió a jugar con su primo que era casi de su misma edad, cuando llegaron a una pequeña cueva en que años antiguos había sido una mina de plata, cuando derrepente van caminando dentro de la mina y vieron algo que brillaba y estaba debajo de una pequeña piedra con tierra, Carlitos se detuvo con su primo y se inclinan para sacar la piedra y mover la tierra y poder sacar lo que brillaba y encontraron un cucharon grande que brillaba mucho y tenia unos dibujos de alguna cultura muy antigua.

Salieron corriendo del lugar cuando llegan a mostrar lo encontrado con su primo a su abuelita al momento de sacarlo del morral en que lo echaron se transformo en una flecha india muy antigua y en su punta brillaba mucho la dejaron en la mesa de la casa y se fueron a jugar, la abuelita tomo la flecha y la guardo junto a las otras que ella había encontrado.

EL COFRE DE MONEDAS DE ORO DE CHALINGA

Había una vez un caballero llamado Serafín, que vivía en calle Huérfanos,

el cual tenía un cofre muy antiguo, que había desenterrado en Chalinga, nunca a
nadie le había dicho que contenía el cofre, sólo él lo sabía, pero una noche, unos
niños jugando a la escondida llegaron a su casa y vieron por un orificio que don
Serafín estaba conversando con un grupo de indios diaguitas, que salían del cofre
y le entregaban siete monedas de oro.
Muy temprano al otro día fue a comprar, ya que todos los días el cofre le daba
monedas de oro.

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